Periodismo narrativo permite compartir las voces de la pandemia

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  • Las historias ayudan al lector a identificarse con lo que está pasando, expresó Roberto Herrscher, director de la carrera de periodismo de Universidad Alberto Hurtado.

Silvia Castillo Nieto, periodista, Punto y Aparte, silviacastillo@puntoyaparte-ca.com


Las voces de la pandemia, las voces de la pobreza, del hacinamiento, del miedo al desempleo, a la enfermedad o a la muerte…hoy hay miles de voces que deben que ser escuchadas y el periodismo narrativo nos da las herramientas para contarlo de una manera en que el lector sienta que esas personas están a su lado.

Para Roberto Herrscher, director de la carrera de periodismo de Universidad Alberto Hurtado en Chile, una forma simple de explicar qué es el periodismo narrativo es como lo habría definido el escritor y periodista colombiano, premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez. “El periodismo narrativo es contar el cuento, es explicar un problema mediante el relato de una historia. Te cuento una historia para que entiendas qué está pasando, cuál es el problema, cuál es la situación”, expresó Herrscher.

Para eso, agregó, siempre se insistió en que había que salir de la computadora, dejar de la oficina e ir a los lugares y “gastar la suela de los zapatos”. Pero actualmente hay que hacer periodismo narrativo en medio de una pandemia y las historias que queremos contar están precisamente en los sitios donde se encuentran los mayores focos de contagio del COVID-19.

El problema, destacó, es que el peligro actual es diferente a cubrir una guerra o un suceso donde se presenta, por ejemplo, una balacera. No es que el periodista puede enfermarse, sino que puede contagiar a sus compañeros de trabajo y a su familia, y alguien puede fallecer por eso.

Roberto, quien fue profesor también en la Universidad de Costa Rica en la década de los años 90, cree que por esa razón debemos ser muy selectivos. “Donde no sea necesario, no vayamos y donde vayamos debe tener un gran valor. Si salimos es por algo, por una cosa fundamental”, expresó.

Sugiere buscar información a la distancia, entrevistar a las personas por teléfono, por Whatsapp, por Zoom o por Skype.

“Esto es lo que siempre hizo un medio que muchas veces se le dio por muerto que es la radio y sin embargo ahora más que nunca vemos el valor de la radio. Desde un estudio, un periodista que sabe hacer su trabajo puede ayudar a su público a entender algo tal vez de forma más precisa y profunda que alguien sin conocimiento, que va al lugar, pero no sabe que es lo que está viendo”, resaltó.

El periodismo de voces dijo, es una de las variantes del periodismo narrativo que ha crecido mucho sobre todo después del 2015 cuando la periodista Svetlana Aleksiévich ganó el Premio Nobel de Literatura. La obra de Aleksiévich se generó con testimonios, por ejemplo, de quienes vivieron el desastre de la planta atómica de Chernóbil.

“Esto es una de las cosas que, dentro de todo, nos permite este momento. No es solamente ir a los lugares, sino hacer un periodismo de voces, lo que podemos hacer a distancia en esta situación de confinamiento”, agregó Herrscher.

En el periodismo narrativo las historias que se cuentan son reales y los personajes se crean mediante las preguntas, la observación, lo que se escucha y los que se percibe.

Es vital ganarse la confianza de la fuente. Si sabemos escuchan, agregó, y si comprenden que queremos entender su historia, es lo mismo viéndose que no viéndose. Roberto está seguro de que las personas pueden percibir el verdadero interés de un periodista que no busca simplemente cumplir con tener cuatro o cinco fuentes para su reportaje, sino que está verdaderamente dispuesto a escuchar.

“Así construimos nuestras fuentes como personajes. Esos personajes no dan declaraciones, sino que se expresan de una forma en donde son tan importantes los datos que transmiten como la forma en que hablan… Y entonces mientras los vemos en acción y los escuchamos, se nos construyen como personajes. A ellos les pasan cosas con las que nosotros como lectores, como televidentes o como oyentes, nos podemos identificar”, comentó Herrscher.

La labor del periodista será llevar al lector a ese lugar donde está pasando algo y contar el cuento.

¿Agradece el lector que le ofrezcamos este tipo de periodismo?

“Como en cualquier forma de periodismo y cualquier forma de expresión, uno lo puede hacer bien o lo puede hacer mal. Yo creo que hay un error de pensar que todas las crónicas son buenas y todas las noticias con pirámide invertida son malas. No, hay noticias excelentes y crónicas muy malas… pero yo siento que ahora en este encierro muchos tienen más tiempo para leer algo que tiene que ver con lo que a cada uno le pasa, para entenderse a sí mismos y para entender que se está haciendo mal y que se puede hacer mejor”, reflexionó Roberto.

Herrscher recomienda leer mucho periodismo narrativo para aprender a hacerlo con excelencia. “Nosotros vivimos en un continente en donde podemos estar en un país chiquito como Costa Rica, pero tenemos el mismo idioma en más de 20 países…ahí tenemos montones de crónicas, de reportajes y de perfiles, que son los principales géneros del periodismo narrativo”.

Con respecto a los temas, comparte algunos que en pocos minutos se le vienen a la cabeza, como el de las mujeres que sufren violencia doméstica y que en este confinamiento se ven obligadas a estar encerradas con sus agresores en sus casas; los barrios donde los habitantes viven hacinados y es imposible tener distanciamiento físico o los niños en edad escolar que ahora viven las 24 horas con sus progenitores en sus hogares sin poder salir a jugar.

Otro tema es el miedo en todas sus dimensiones: el de las personas con mayores riesgos de contagio por su edad o por algún padecimiento, el temor al desempleo y a la pobreza, o las historias de quienes ya perdieron su trabajo. La soledad de muchos, especialmente de los ancianos, a raíz de la pandemia o el “eterno” miedo del ser humano a la muerte.

Los periodistas políticos pueden contar como cada uno de los presidentes de nuestra región enfrentan la pandemia. Lo interesante, destacó Roberto, es que a todos les tocó lo mismo, pero han reaccionado de distintas maneras.

“Hay que aprovechar que hay mayor tiempo, que la gente está metida en redes sociales…que pueden leer un tuit y si les llama la atención ir al link de un medio en donde vienen diez páginas. Si la historia los atrapó y si tiene que ver con lo que les está pasando, van a leerlas. Las herramientas narrativas sirven para momentos como este porque justamente es tal vez más fácil crear esa sensación de que lo que estás leyendo tiene que ver contigo”, expresó.

Roberto Herrscher es licenciado en Sociología por la Universidad de Buenos Aires y Máster en Periodismo por la Universidad de Columbia. Desde hace cuatro años es director de la carrera de periodismo de la Universidad Alberto Hurtado en Chile. Fue profesor de periodismo en la Universidad de Costa Rica (1994-1997) y trabajó en Barcelona, donde dirigió el Máster en Periodismo BCN_NY, organizado por la Universidad de Barcelona y la Universidad de Columbia en Nueva York. Es autor del libro Periodismo narrativo y del relato de no ficción Los viajes del Penélope.

Sus reportajes, crónicas y perfiles han sido publicados en medios como La Vanguardia, El Periódico de Catalunya, Ajo Blanco, El Ciervo, Lateral, Room, Quimera, Gentleman, Gatopardo, Travesías, Etiqueta Negra, Página 12, Perfil, y Puentes.

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