Pandemia demostró que análisis de datos es necesidad medular del periodismo del siglo XXI

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  • Hassel Fallas, periodista costarricense y experta en análisis y visualización de datos cree que esta especialidad tiene oportunidad de oro para consolidarse durante actual crisis.

  • Necesidad preponderante: invertir en capacitación de periodistas.

Silvia Castillo Nieto, periodista, Punto y Aparte, silviacastillo@puntoyaparte-ca.com


La crisis que generó la pandemia por la COVID-19 dejó claro que el análisis de datos nunca ha sido una moda, sino una necesidad medular del periodismo del siglo XXI.

Hassel Fallas, periodista costarricense y experta en análisis y visualización de datos, lo afirma con un dejo de satisfacción y orgullo pues ella, junto a un grupo de periodistas y docentes universitarios, tienen una década de insistir en la importancia de que los periodistas desarrollen el músculo para analizar y contextualizar los datos.

Es imposible ignorar esa necesidad cuando vivimos en una era data-céntrica como en la que vivimos, donde los métodos estadísticos y de la Ciencia de los Datos permiten hacer análisis descriptivos de un fenómeno, buscar patrones, correlacionar adecuadamente variables, plantear modelos y potenciales escenarios que guíen para tomar mejores decisiones.

“Sin lugar a dudas creo que con la pandemia el periodismo de datos tiene la oportunidad de oro de consolidarse. Eso sí, esa consolidación depende de aquellos casos donde los periodistas lo han hecho bien… se han preparado y tienen las habilidades, tanto intelectuales como técnicas, para extraer de una base de datos no solamente información sino conocimiento que trascienda la elemental aritmética de las sumas y las restas”, expresó.

Por esa razón Hassel es enfática en señalar la necesidad de invertir en capacitación. “Es una necesidad preponderante de cara a la responsabilidad con que hay que hacer este ejercicio del análisis de los datos”, destacó Fallas, quien labora como docente en la Universidad de Guadalajara, México, y como consultora.

Actualmente, aclaró, hacer un mapa, un gráfico con el recuento de casos acumulados de COVID-19 o de los fallecidos, no convierte automáticamente a un periodista en analista de datos ni el uso de esos elementos transforma una noticia en una pieza de periodismo de datos.

Además, si esos números carecen de contexto y no se investigaron las circunstancias que influyen en el comportamiento de esos datos, se corre el riesgo de darle al lector información inútil, reflexionó.

Lo medular es el análisis, es decir, comprender de dónde salieron y qué significan esos datos, estructurarlos, limpiarlos y explorarlos bajo técnicas matemáticas. “Obviamente para hacer bien este trabajo periodístico, los resultados deben contrastarse y validarse. Es la única forma en que podemos sacar conclusiones de valor periodístico y de interés público”, explicó la periodista.

Buenos ejemplos

Fallas compartió lo que para ella son buenos ejemplos de trabajos realizados durante los últimos meses:

  • La publicación de The Washington Post titulada: ¿Por qué brotes como el del coronavirus crecen exponencialmente y cómo ‘aplanar la curva’? Este fue uno de los primeros reportajes que salió en marzo del 2020 y en ella se explicó con una simulación matemática muy inteligente los efectos que el distanciamiento social tiene en la propagación del virus.
  • Recientemente el diario de Hong Kong South China Morning Post hizo una sobre los aciertos y desaciertos de la aplicación masiva de pruebas de Covid-19.
  • Las series de análisis de Financial Times para comparar la trayectoria de la Covid-19 en distintas partes del mundo.
  • El proyecto “Vivir con VIH en tiempos de Covid-19”. Para desarrollarlo se unieron seis medios de comunicación y periodistas independientes de Latinoamérica y cuentan cómo la pandemia está deteriorando el acceso a los medicamentos que son vitales para la vida de dos millones de pacientes seropositivos en la región. La investigación se apoyó también en el análisis de 10000 contratos estatales de estos medicamentos, para examinar los mecanismos de adquisición y cómo estos mecanismos de compra pública, elevan el precio de adquisición de estos productos.

En el caso específico de Costa Rica, Hassel destacó el trabajo publicado por Radio Interferencia de la Universidad de Costa Rica (UCR) donde se analizaron los conglomerados o clústeres para comprender cómo se propagó la pandemia en el país.

En este reportaje, Hulda Miranda y Rigoberto Carvajal relacionaron los hallazgos con información proporcionada por el Ministerio de Salud, pero tenían más dudas que certezas. “Ahí es donde está la clave del buen periodismo de datos. Cuando sabe resolver, cuando sabe soltar los nudos de esas dudas para convertirlos en información útil que nos da respuestas y que nos ayuda a entender que los fenómenos, que las cosas que ocurren a nuestro alrededor, no están aisladas de su contexto”, manifestó.

Hassel llamó la atención también sobre cómo están los periodistas construyendo hoy sus agendas informativas con el fin de que la oferta noticiosa tengo un equilibrio.  “El hecho de que estemos enfrentando una pandemia no es una tregua para dejar de investigar otros de los problemas estructurales que arrastra América Latina: la corrupción, la violencia y el crimen organizado, la inestabilidad democrática y económica, la desigualdad y disparidad de género”, expresó.

¿Cómo usar los datos?

La periodista explicó además que muchas veces se cree que el periodismo de datos gira únicamente alrededor de los datos cuando la realidad es que se puede usar para hacer todo tipo de periodismo.

La primera manera es cuando se usan fundamentalmente para probar una hipótesis y cada una de las conclusiones del reportaje tienen que ver con el análisis de los datos.

La segunda es cuando el periodista realiza una investigación de una manera tradicional. Se revisan documentos, se entrevistan fuentes, y se utilizan las herramientas que provee el análisis de datos para obtener insumos que no necesariamente van a ser los datos claves de la investigación, pero la apoyan.

Finalmente, los datos también sirven para explicar y dar contexto. “No necesariamente todas las piezas de periodismo de datos van a ser polémicas y explosivas, algunas van a servir para darnos explicaciones. Es el caso que les mencionaba del trabajo de Interferencia donde se analizaron los clústeres, explicándonos cómo fue que empezó toda esta crisis en nuestro país”, expresó.

Entusiasta de la labor que se puede llevar a cabo con el análisis de datos, Fallas desea que más periodistas incursionen en esta especialidad y motiva a sus estudiantes para que lo hagan.

Pero, ¿Qué características debe tener un reportero para ingresar en esa área además de manejar muy bien las hojas de cálculo?

“El principal elemento que debe tener todo periodista que quiere convertirse en analista de datos para aplicar al periodismo, es tener primero curiosidad y segundo buen sentido del olfato periodístico. Yo siempre digo que las habilidades matemáticas, estadísticas, que se necesitan para analizar bases de datos, se pueden de cierta medida enseñar, pero el olfato periodístico es algo inherente que tiene que traer un estudiante es algo que es ineludible. Sin ese olfato periodístico es muy difícil convertirse en un buen comunicador, en un buen reportero”, expresó.

Hassel Fallas obtuvo el bachillerato en Periodismo en la Universidad Federada y tiene una maestría en Periodismo Digital en la Universidad de Alcalá, en Madrid, España. Además, una certificación online en Marketing Digital de la Universidad de Texas en Arlington y dos especialidades en el Instituto Tecnológico de Costa Rica: Estadística Empresarial y Business Intelligence.

Además, lideró la Unidad de Inteligencia de Datos del diario La Nación de Costa Rica entre 2014 y mayo de 2018.

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